Un hundimiento de tierra tiene preocupados a los habitantes de siete comunidades del cantón cañarense de El Tambo. En el informe inicial de los técnicos de la Municipalidad se contabilizó la destrucción de 56 viviendas. Según los estudios, se trata de una falla geológica conocida como Cachi-Molinopungo-Sunicorral que se extiende en casi todo el cantón. Se activa cada invierno por la acumulación de agua y el movimiento de tierra que ocasiona la destrucción de viviendas.

Las paredes de sus casas tienen trizaduras de hasta 10 centímetros de ancho y otras ya colapsaron la semana pasada. Pese al peligro, en las noches Carmen Verdugo descansa en uno de los dormitorios de su vivienda, que tiene una sola planta. Allí dejó solo su cama y el resto de pertenencias las trasladó a otra habitación. Carmen Verdugo casi no duerme por el miedo de que las paredes se caigan, pero se arriesga porque quiere cuidar sus pertenencias. “Es imposible tener tranquilidad”. Ella tampoco tiene a donde ir porque la vivienda de su hermano registra problemas similares. Manuel Verdugo vive con su esposa y sus tres hijos (uno de dos meses) en una vivienda de ladrillo, hormigón y madera. Pero una pared lateral está en el piso y la huerta de papa, maíz y hortalizas fue afectada porque los suelos están fisurados. Hace 15 días, los técnicos del Municipio, de las secretarías de Gestión de Riesgos y Nacional del Agua y otras entidades inspeccionaron el cantón. El informe lo presentará el Comité de Operaciones Emergentes de la provincia durante esta semana. Según el gobernador de Cañar, Rolando Ruilova, la falla geológica está activa desde hace más de 40 años, a partir de la construcción de la Panamericana. “Se cree que se concibió mal el trazado de la vía principal. Por eso hay que analizar si es necesario construir una variante por la zona de Cachi, el poblado más afectado”. Jesús Guillén, de 82 años, señala que cuando se construyó la vía se taponaron quebradas y reservorios y “sus aguas están acumuladas en el subsuelo”. Hace dos semanas se pavimentó la vía principal en el sector de Sunicorral, pero dos días después se afectó el nivel de un tramo de la calzada. Cada año Guillén remienda las fisuras y rellena los huecos para evitar que su casa de abobe y hormigón se desplome. “Vivimos con el riesgo, pero no tenemos otra alternativa que enfrentarlo”. Según Manuel Allaico, presidente del Comité de Emergencia del poblado de Laurel, hay 36 casas inhabitables cuyas familias necesitan ayuda urgente. Él también es damnificado. Su vivienda está a punto de desplomarse y por eso con su familia pernoctan en la casa de un hermano. Según el alcalde de El Tambo, Rafael Ortiz, con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, analizan la reubicación de estas familias. “Es un proceso que demanda tiempo porque debemos buscar un lugar seguro para levantar las nuevas casas”. Más estudios     * En los últimos seis años, el Municipio y Gobierno ya reubicaron en zonas seguras a varias familias que perdieron sus casas por la misma falla geológica.    * El Ministerio de Transporte está por licitar un nuevo estudio sobre el trazado de la vía principal en la zona de El Tambo, por USD 500 000. Eso determinará por dónde deberá cruzar la variante y las obras de mitigación.    * Los cultivos de maíz, papa, trigo, hortalizas, papa' de El Tambo se perdieron este año por el movimiento de tierra.    * El Concejo Cantonal de El Tambo analiza la posibilidad de declarar en emergencia para ayudar a los afectados. FUENTE: EL COMERCIOFECHA: 09/05/2011